El más sencillo chaleco de lana también tiene su historia.
A ovejas, carneros y a algunos otros animales tales como camellos, llamas, alpacas y vicuñas que son los que humildemente proveen la lana al mundo, también se les “corta el pelo”, el que luego se limpia, se seca, se carda o se peina, antes de pasar a una hilandería, donde se reduce a “hebras”. A trevés del microspopio se ven cubiertas de minúsculas escamas superpuestas, parecidas a las de un pescado, o a las tejas de un tejado. El mejor productor de lana es el carnero “Merino”, que provee la lana que lleva su nombre. Las célebres lanas angora y cachemira no son producto de una raza particular de ovejas, sino de una especie de cabras.
No obstante, la lana es la primera fibra textil que el hombre ha utilizado para la fabricación de sus vestimentas, desde la antigüedad egipcia y griega, época en que la hilaban y tejían, hasta nuestros días.
