Desde 1998 reside en Junín de los Andes, donde ha creado dos monumentales obras como el Vía Christi y el Cristo Luz. Multicultural y universal. Santana explica que en el Vía Christi trató de representarlo no como un momento histórico, sino para «traer el Evangelio a nuestra realidad, a nuestra forma de vida y a nuestra identidad, forjada por el legado de los migran.
Entrevista de Pablo Montanaro – Diario La Mañana Neuquén
Nació hace 58 años en Buenos Aires. Con sus emblemáticas obras ha potenciado a Junín de los Andes como cuna del turismo religioso. También ha diseñado y ejecutado el santuario de la Virgen de la beata Laura Vicuña.
Visitantes de todas partes del mundo quedan perplejos por la calidad y grandiosidad de las obras del arquitecto Alejandro Santana. Sobre todo aquellos que profesan la religión católica. Este hombre nacido hace 58 años en la ciudad de Buenos Aires, pero que desde 1998 eligió Junín de los Andes para vivir, se ha consagrado a plasmar obras que han convertido esta localidad cordillerana en cuna del turismo religioso en la provincia.
Obras como el Vía Christi, construido en el Cerro de la Cruz en un parque temático de 2,5 kilómetros, y la más reciente de sus creaciones, el Cristo Luz, una enorme estructura de hierro (de 45 metros de longitud, 40 de ancho y 10 metros de alto), revestido con vidrios triangulares, así lo demuestran.
Tras recibirse de arquitecto en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Santana se inició en el estudio de la escultura. Concurrió al taller del escultor y profesor de Bellas Artes Aldo Caponi, y mientras tanto realizaba restauraciones de imágenes en diversas capillas porteñas. “En cada iglesia siempre hay un santo roto”, dice con una sonrisa, aunque confiesa que no lo hacía como trabajo. De esa manera, “restaurando santos”, Santana se fue vinculando con el arte religioso.
Cuando en 1992 se trasladó a Bariloche, el padre Juvenal Currulef le pidió la realización de algunas imágenes. Su excelente relación con “Curru”, como era conocido quien compartió la prédica religiosa de los sacerdotes tercermundistas, lo llevó a aceptar la propuesta de hacer el viacrucis en la Catedral de Bariloche. “Cuando los salesianos de Junín de los Andes vieron la obra que había hecho en la catedral, me propusieron hacerla en el Cerro de la Cruz”, explica. Corría el año 1998 cuando se instaló en Junín de los Andes con su familia.
Confiesa que sus padres eran creyentes pero que su experiencia con la fe comenzó a tomar mayor dinamismo cerca de los 25 años. “Empecé a tener más fe, a ir metiéndome en un conocimiento más personal, de poder vivirlo intensamente. Además, gracias a diversos trabajos, tuve un acercamiento con distintas partes de la Iglesia, por ejemplo con los curas villeros en Buenos Aires, y posteriormente con el padre Currulef en Bariloche y con el padre Rubén Oyarzo cuando viví un tiempo en la ciudad de Neuquén. Acá en Junín de los Andes, con el padre Antonio Mateos”, cuenta.
Acaso su obra más emblemática, el Vía Christi, es la que conjuga, a través de las esculturas, esa comunión entre la cultura católica y la cultura mapuche. Señala que en Junín existe una convivencia especial.
“La mayoría de los habitantes de esta comunidad son de origen mapuche. En el día a día se van compartiendo estas dos culturas. Hay como un mestizaje. La humanidad es mestiza. Junín es como el lugar donde se concreta y conviven ese encuentro de dos culturas”, comenta el escultor.
Ese Vía Christi que recorre los momentos de la vida de Jesús, “combina el arte clásico católico y el de las culturas originarias”, explica Santana. “Quería salir de la idea de un recorrido que siempre es el dolor de Cristo, el peor momento de Dios que está siempre crucificado. Entonces, junto a mis colaboradores, se nos ocurrió como dice el Evangelio: vida, muerte y resurrección”, comenta. El proyecto fue presentado ante el cardenal Jorge Bergoglio. “El proyecto lo vio Bergoglio y le gustó. Este Vía Christi está bautizado por quien hoy es el papa Francisco”, dice con orgullo.
NQN INAUGURACION MONUMENTO A DON FELIPE SAPAG
Retrató el andar de Don Felipe
Tratar de reflejar un gesto, en este caso el de caminar, fue lo que motivó que Alejandro Santana se focalizara en esa imagen para retratar al ex gobernador Felipe Sapag.
La obra emplazada desde diciembre de 2013 en la plazoleta Provincias Argentinas de avenida Olascoaga fue encomendada por Luis Sapag, hijo del ex gobernador. “Don Felipe visualizó un porvenir para esta provincia y por eso lo retraté en su andar. Es una linda imagen que alguien que estuvo en el poder pueda haber caminado libremente por la calle”.
FOTOS: Miradas Personales
Por favor me gustataría contactarme con el escultor.
Muchas gracias