Gusto a poco

sansa1¡Volvió Game of Thrones! (y nos dejó gusto a poco)

Fue larga la espera, no lo vamos a negar. La angustia por saber el destino de Jon Snow era lo que más nos intrigaba… y no podemos decir mucho más sin entrar en el terreno de los ¡SPOILERS!

Pero no, lo interesante del capítulo no estuvo en el supuesto hijo bastardo de Eddard Stark sino en la mayor de las nenas, Sansa, que por fin tuvo UNA BUENA en el primer episodio de la sexta temporada de Game of Thrones.

El miedo a los perros, el frío como un enemigo, su casi hermano devenido esclavo de su marido/violador, y la certeza de que iban a ser atrapados. ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? Épica aparición de Brienne con su fiel ladero para convertirse, finalmente, en la protectora de la reina del norte. Y el norte recuerda.

“¿Esto fue lo único importante del capítulo La Dama de Rojo, Alejo?”, podrían preguntarme. Y la verdad que no, pero casi (y el nombre del episodio es una parte importante de este breve análisis).

En el muro, vemos a Ser Davos agarrando la batuta y viendo cómo zafar de los cuervos. Sí, la solución es OTRA VEZ una alianza con los salvajes. ¿Y Jon Snow? Fiambre congelado, listo para guardar en el freezer. Melisandre lo ve, se preocupa por sus visiones… y se va. Ok, avanzamos poco en la trama.

En Winterfell vemos a Ramsay con su lado más humano… que le dura como 30 segundos. “Dénsela a los perros” y volvió a ser el que conocemos y odiamos. Por lo menos el padre lo reta un poco porque perdió su única esperanza de que el norte los apoye. Cerca, pero no tanto, las aventuras de Sansa y Reek (¿o ya le podemos decir Theon de vuelta?) en lo más emocionante del capítulo.

En King’s Landing tenemos el lado emotivo, con Cersei enterándose de la muerte de su hija Myrcella y de su certeza de que las profecías se van a cumplir. Es raro verla así, cuando siempre fue mucho más fuerte y dura. Pero se ve que el “SHAME, SHAME” le pegó. Por suerte volvió su hermano/amante para consolarla. Ah, y Margaery sigue presa y no tiene nada que confesar… por ahora.

Dorne podría pintar aburrido, pero vemos que algo pasa: golpe de estado (o algo similar) y Ellaria mata al Príncipe Doran… y sus hijas hacen lo propio con Trystane, en una escena confusa: ¿para qué le da la espalda a la otra? Un gil.

El jugador del pueblo, Tyrion Lannister, sale a pasear con su amigo Varys al que le hace un chiste simpático sobre su falta de genitales. Su charla demuestra que Meereen, el último pueblo liberado por Daenerys, es un lío bárbaro… y ellos van a tener que ordenarlo, aunque todavía no saben contra quién pelean. Ah, y le prenden fuegos los barcos para que no puedan salir.

En Braavos vemos a la nueva Arya, a la que van a entrenar a pelear siendo ciega. Sí, muy Daredevil todo. Suena como una buena motivación que te peguen varios palazos y te digan “Nos vemos mañana”. Por lo que vimos en el adelanto, en el próximo capítulo un poquito se va a empezar a defender.

En la tierra salvaje, Ser Jorah y Daario, los enamorados de la madre de los dragones, la buscan mientras comparten historias de “rechazos sentimentales”. Y encuentran su anillo, obvio.

Ella está cerca -no sabemos si mucho o poco- y parece que tiene un déjà vu con el temita de “ser violada repetidas veces por un Dothraki”. Por suerte parece que zafa cuando cuenta que fue la mujer de Khal Drogo.. pero no. La van a mandar a “la casa de todas las viudas”. Mejor eso que ser violada, no lo podemos negar…

La sorpresa queda para el final: volvemos a Castle Black y conocemos el secreto de Melisandre. Es una viejita de mil años que tiene el look de femme fatale gracias a su collar. Creo que nadie se lo esperaba, pero devela la clase de poder qué maneja la brujita. Todo indica que ella será la clave para que Jon Snow, de alguna forma, regrese.

FUENTE: TN

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