La obra más popular de Themo Lobos ha perdurado en el tiempo hasta el presente, y se prepara una nueva historia que se lanzará a fines de año.
El 30 de octubre de 1968 salió a circulación el primer número de la revista Mampato, que entre otras cosas mostraba una historieta de un niño pelirrojo viajando al espacio y haciendo buenas migas con un extraterrestre llamado Xsé.
Había una candidez y un sentido de la aventura que, pese a lo embrionario del trazo, hacían entrañable al personaje ya desde sus inicios. Este primer Mampato, creado por el director de la revista, Eduardo Armstrong, fue dibujado por Oskar Vega, una vez que Themo Lobos no pudo comenzar el trabajo por encontrarse en otros proyectos.
Pero ya para el segundo número, el ilustrador y argumentista recién fallecido, se posesionó del personaje y añadió una galería de secundarios que con los años, lograrían calar hondo en el inconsciente popular del país: Ogú, el amigo primitivo del héroe, y Rena, la niña del futuro. Además, le dio vida al objeto más preciado del género de aventuras en el país: el cinto espacio-temporal con que Mampato pudo viajar a distintas épocas, y que fue el sueño de una gran cantidad de niños de toda una generación, al dotar de cuerpo las aventuras más fantásticas que la imaginación podía entregar.
La época de oro de la historiera fue entre su fundación y 1973, cuando muere su director Eduardo Armstrong. En este período, Themos Lobos escribe y dibuja episodios paradigmáticos como Kilikilis y Golagolas, En la corte del Rey Arturo, Bromisnar de Bagdad, El árbol gigante y La rebelión de los mutantes. En todas ellas, los datos históricos eran precisos y se convirtieron en una verdadera lección de historia para sus lectores. El éxito hizo que la publicación mutara desde la frecuencia quincenal de sus inicios, a una semanal, con ediciones de cerca de 100.000 ejemplares.
Fue ese mismo año, 1973, que se editó la historieta El árbol gigante, que narraba la explotación de una clase aristocrática de mutantes, que oprimían a otros en un árbol gigante, y que terminaba en una sublevación. Los obvios alcances políticos de esta historia, hicieron que luego del Golpe Militar, los ojos del nuevo gobierno se centraran detenidamente en las historias creadas por Themos Lobos.
Como él mismo recordó, los problemas comenzaron cuando la revista tuvo de portada una ilustración con 4 gorilas, lo que para el gobierno era una clara alusión a la Junta Militar. Lobos siempre evadió de forma inteligente las suspicacias, como con la historieta de Dos ases del aire (1974), ambientada en la I Guerra Mundial y que fue vista como una incitación a atacar al Ejército chileno.
De todas maneras, la revista comenzó un declive con la Dictadura (que es también el declive de la hasta entonces floreciente industria editorial) y esta terminaría abruptamente en 1978, cuando se edita su último número, dejando inconclusa la historieta ¿En el Olimpo?. Pese a todo, Themo Lobos seguía dibujando y creando nuevas historias, las que lograron continuidad en la revista Cucalón, edtada en 1986 y donde relanzó historias olvidadas como Mampató y Ogú en el Far West, sin contar la adaptación al cine que se hizo en 2002, Ogú y Mampato en Rapa Nui, con que se acercó a nuevos lectores.
Con los años, la historieta se convirtió en un mito, y alcanzó estatus de leyenda. En 1996 la Editorial Dolmen relanzó los episodios completos en formato de cómic-book y fueron un éxito de ventas. Y el 2011 se editó una historia inédita: Mampató y Ogú en el Tíbet, y para fines de año está fechada la salida de otra historia nueva: Ogú y Mampato: los piratas, nuevo eslabón con que el clásico personaje continuará viviendo en sus lectores.
Fuente: diario La Tercera, de Chile.