Reversiona a Soda Stereo, Diego Torres o Shakira. La banda platense se presenta esta noche en Neuquén
Agapornis es una familia de loros del África subsahariana, Tanzania, Kenia y Madagascar, conocidos vulgarmente como inseparables, debido a sus fuertes vínculos de pareja: el macho y la hembra pasan mucho tiempo juntos y con frecuencia se arreglan las plumas uno al otro; su posición cabeza contra cabeza, es característica. Son pequeños y de gran colorido, con cola corta y cuerpo sólido, y construyen un nido, en vez de poner sus huevos en un agujero descubierto.
Entre nosotros, y en el rubro música, es una banda surgida en La Plata Rugby Club cuando, a comienzos del año pasado, en los tiempos muertos durante una gira por Sudáfrica empezaron a versionar rock argentino, pero en tiempo de cumbia.
Furor hoy en las redes sociales, sus canciones pueden ser descargadas desde plataformas como iTunes.
En los escenarios visten camisas blancas y corbata, como recién salidos de un casamiento, y reformulan temas de Soda Stereo, Shakira, Maná, Ricky Martin, Adele, Diego Torres, Jesse & Joy, Abel Pintos o Christina Aguilera, como Persiana americana, Si te vas, Someone like you, El muelle de San Blas, Te extraño, te olvidé, te amo, Tú, Tratar de estar mejor, Corre, Todo está en vos, Te regalo y Pero me acuerdo de ti…
Esta noche, los Agapornis subirán al escenario del espacio Duam, en Neuquén. La venta anticipada de entradas con descuento, se consiguen hoy en Avenida Argentina 368 y en Perito Moreno 268, Neuquén; Busin Motos en la citada ciudad, Cipolletti, Roca y Villa Regina; y en San Martin 284, Plottier.
Sus integrantes, pasan apenas los veinte años y son Belén Condomí Alcorta en voz; Juan Martín Garriga Lacaze también en canto y guitarra, el bajista Leandro Zingale, Santiago Etchart en timbales, el tecladista Juan Cruz Costabel, Juan Pérsico en octapad, el güiro de Agustín Cairo y Gonzalo Mendes en guitarra.
En La Plata, ya había una pequeña escena de grupos integrados por jóvenes universitarios –de allí son Los Totora, Los Arandanos, por citar– que tocaban éxitos radiales en clave tropical, pero ellos encontraron la forma de diferenciarse sumando a Belén, que había estudiado canto desde los doce años, como primera voz. Y aunque se lo plantearon como pasatiempo, fue un éxito instantáneo: después de debutar en una fiesta de su club, a los pocos meses ya estaban tocando en bares platenses y terceros tiempos de clubes de rugby; y sus grabaciones low-fi que habían subido al ciberespacio sonaban en los preboliche.
Después de recorrer la costa el último verano, fueron contratados en casamientos, fiestas de quince y, cuando les hicieron una nota en Telenoche, la cosa explotó. Pasaron de tener 10 mil seguidores en Facebook a sumar de a 2 mil diarios; hoy tienen casi 400 mil y más de 10 millones de visitas en YouTube.
Sus primeros temas los grabaron de manera casera y los colgaron en Internet, hasta que gente de Sony Argentina los escuchó y les propuso contrato. Dato no menor: es la única banda del país que grabó este año con tal discográfica, justamente su disco inaugural «Volemos juntos, volemos con ritmo». Una cumbia diferente –sin agresiones verbales ni menoscabo hacia la mujer– por la elección de temas básicamente populares y que mucha gente gusta escuchar, pero que hasta el momento no se podían bailar o disfrutar en una salida o sonando en una fiesta. La idea fue tener a la noche los temas que también escuchan en casa, sin apuntar a un público específico. El marplatense Juan Martín Garriga Lacaze (23), una de las dos voces de AGP dialogó con «Río Negro» en la más que calurosa tarde del 24 de diciembre.
«Nosotros nunca buscamos expresamente cambiar el género, pero al hacer covers tomamos temas que en realidad nos gustan en la vida de todos los días. Y las letras pertenecen a artistas de gran envergadura y trayectoria, que siempre van a estar buenas y no caen en lugares comunes. Una buena poesía que nos atrae mucho y al pasarla al ritmo de cumbia, al ser canciones conocidas, populares, que se pueden bailar, al público –por lo visto– le gustan».
–Es como tocar «una que sepamos todos»… El enganche es seguro.
–Sí, es impresionante. La verdad es que esa es la idea y nos pasa con todo lo que hacemos últimamente y los diez temas que hemos grabado, al conocerlos la gente, desde el principio, cuando se escuchan los primeros acordes, los reconocen, los saben y los cantan. Es algo increíble todavía, que jamás imaginamos, pero cada vez que salimos a un recital, al escenario, la respuesta es sorprendente. En Mar del Plata, en Punta Mogotes, (el pasado viernes 21) tocamos para veinticinco mil personas, en un concierto gratuito del también participaron Airbag, Karina y Gustavo Cordera, salimos al final de la noche y fue maravilloso. En cada lugar que vamos, pasa lo mismo.»
–Los sorprende aún, pero está siendo un común denominador en las presentaciones de AGP. Esto está ya lanzado…
–Al comienzo teníamos miedo, nervios, y ahora –de alguna manera– nos vamos acostumbrando, pero sí… Mi viejo fue a vernos y me decía que no podía creer la cantidad de personas que había y cómo no estábamos nerviosos ahí arriba, en medio de las luces y el sonido. Lo disfrutamos, sólo así se van los temores y la ansiedad.»
–También continúan ocupando una necesidad que había de escuchar otra forma de tocar la tan bella cumbia…
–Puede ser… Es un hueco que ya venían llenando otras bandas en La Plata. Nosotros, en realidad, no inventamos nada… Desde hace unos años hay grupos que están en la misma, también en nuestro club ocurría otro tanto y viendo cómo se divertían y divertían, nos dio la idea de seguirlos a ver qué pasaba. El objetivo no fue esto que nos sucede ahora, sino tocar para nuestros amigos, en algún que otro bar y nada más. (Sonriendo) Se nos fue de las manos, digamos…
–Entonces, qué sigue… Paren que me quiero bajar o seguir creciendo, estudiando música?
–Nunca nos pusimos metas, pero el estar parados acá, nos lleva a aprovecharlo, a disfrutarlo. Para más adelante, ya nos están haciendo propuestas todo el tiempo, Sony Music es una discográfica terrible y nos está ofreciendo cosas nuevas día a día. Bueno, evaluamos y vemos a qué estamos dispuestos, a qué tenemos ganas, pero siempre manteniendo el espíritu que tenemos desde los comienzos. Mientras esto siga así, lo vamos a sostener hasta donde más podamos. Pero no nos volvemos locos… Los ocho miembros de AGP estudiamos y ninguno dejó la facultad. Sí algunos cursamos menos materias en el segundo cuatrimestre, debido a este furor. Así acomodé mi tiempo para hacer las dos cosas. El 2013 lo pensamos igual.
Juan Martín cursa Ingeniería civil en 1 y 47. «Por ahora, planeamos el verano, después nos tomaremos unos días de descanso. Más adelante aún no hay nada concreto, sólo ideas en trabajo…»
Por Eduardo Rouillet
FUENTE: diario Río Negro
