La Fiesta de la Confluencia cerró anoche con los Auténticos Decadentes. El sábado, 40 mil personas disfrutaron con La Vela Puerca.
La primera edición de la Fiesta de la Confluencia finalizó anoche con éxito y le dejó a los neuquinos la experiencia de tres días de disfrute.
El sábado pasado, desde las 19, las bandas locales Eskulapio, La Moto, Sinsemina, La Estafa Dub y Tres Tiros comenzaron a calentar el escenario de la noche más rockera del fin de semana. Eran las 23 y una columna de público gigante arengaba a La Vela Puerca y desplegaban banderas que flameaban al viento. Fue el presentador el encargado de confirmarlo: “Nos dicen que hemos superado la cantidad de gente de ayer, según los cálculos oficiales hay 40 mil personas”, dijo mientras el público festejaba. Unos segundos más y ya no hubo que esperar; los uruguayos se hicieron presentes para demostrar cómo se hace una verdadera “fiesta charrúa”.
Los primeros acordes que sonaron fueron los de “Sobre la sien”, de su último disco (“Piel y Hueso”), y se convirtieron de inmediato en el encendedor que prendió la mecha de la bomba uruguaya.
“Queremos agradecer a Neuquén por habernos invitado a la primera edición de esta fiesta. Para nosotros es un orgullo”, fueron las palabras de una de las voces cantantes de la banda, Sebastián Cebreiro, alias Cebolla, a la masa de jóvenes que celebraban la fuerza del rock, la prolijidad de la música y el aire fresco de la noche.
Pocos temas del nuevo trabajo y muchos de lo que la gente pedía, los clásicos y la nostalgia de los primeros años de la banda. La Vela sin dudarlo, propuso “Colabore”, “Doble filo” y “Caldo precoz”, canciones en las cuales los miles de pibes saltaron y cantaron frente a la invitación que bajaba del escenario.
El equipo compuesto por Sebastián «Enano» Teysera (voz), Sebastián «Cebolla» Cebreiro (voz), Nicolás «Mandril» Lieutier (bajo), Carlos «Coli» Quijano (saxo), Alejandro Picone (trompeta), Santiago Butler (guitarra), Rafael Di Bello (guitarra) y José «Pepe» Canedo (batería) invitó a Manolo, el asistente de la banda que en estos años logró ganarse la simpatía del público, a cantar algunos temas. Apareció en el escenario con una pelota en la mano y al grito de “la pelota no se mancha”, y luego la tiró al público.
Como es normal en La Vela Puerca, luego de un buen tramo explosivo llegó el momento descripto por el propio Enano Teysera como el ideal para “bajar un poco”, y los acústicos comenzaron a sonar. Así, con guitarras acústicas y la trompeta de Ale Piccone como único acompañamiento sonó: “Mi semilla”.
Luego de esas canciones que formaron un clima bastante tranquilo, vinieron las que empezaron a levantar. «Vuelan palos» fue marcando el ritmo y el público cantaba el tan característico «Vamos la vela de mi corazón».
Para comenzar el principio del fin del show charrúa, los infaltables “Zafar” y “Por la ciudad” dieron paso a la recta final. Y, en medio del delirio de los fanáticos, “Llenos de magia”, “El viejo” y “El profeta” fueron la antesala del final del espectáculo. Después de casi dos horas de recital, algunos empezaban a salir para ganarle de mano a la masa, mientras muchos se quedaban cantando a gritos la letra de “José sabía”, como tema elegido para broche de oro.
FUENTE: diario La Mañana de Neuquén
