Cuatro preguntas a Petu de Mareca

Petu de Mareca es una artista neuquina que se ha ganado un reconocimiento muy merecido. Es una trabajadora prolija y preocupada siempre del oficio. Atenta por ser contemporánea y original, su arte es un producto de una larga reflexión y el resultado es convincente. La revista Machete le realizó cuatro preguntas:

1)¿Cómo defines tu arte?

Si tengo que catalogar lo que hago, puedo decir que parto de la abstracción geométrica para proyectar mis obras ya que tengo una impronta definida desde el diseño y la arquitectura pero creo que a medida que se profundiza mi inclinación hacia el arte (como disciplina), también se profundiza la necesidad de comunicar algo. No es el mero hecho de crear “compositivamente” una obra, sino además intentar que el espectador perciba algo de lo que quiero decir, lo cual es una paradoja y un desafío considerando que me valgo de lo abstracto para representarlo.

Quiero hablar de las relaciones humanas; las diferencias e igualdades, orígenes y destinos, desconocimientos y reconocimientos.

2) ¿Cómo evalúas el panorama del arte contemporáneo?

Creo que cada vez es más difícil tomar posición acerca de donde uno se sitúa para generar arte (contemporáneo). Es una realidad que históricamente y con más énfasis desde el siglo XX en adelante, los hechos artísticos fueron una consecuencia de las realidades socioculturales y económicas que se iban suscitando; si a eso le sumamos la globalización en la que vivimos y los permanentes y vertiginosos movimientos que se producen día a día en los diversos campos (políticos, sociales, culturales, económicos, sociológicos, tecnológicos, científicos, ecológicos) y de los que somos parte integradora, el arte contemporáneo se posiciona como reflejo de la realidad que nos atraviesa.

En lo personal , puedo no estar siempre de acuerdo con lo que el arte contemporáneo me plantea como arte, pero debo reconocer que muchas veces no manejo la información suficiente como para emitir un juicio que traspase los limites de una ”apreciación personal”.

3) Desde un plano de dos dimensiones tu obra adquiere tres dimensiones ¿por qué?

Quizás por la clara influencia de la arquitectura en donde los volúmenes y figuras no me bastaba que fueran gráficamente representados en tres dimensiones; tenían que ser en tres dimensiones o al menos sugerirlas.

Necesito “ver” como la obra se interrelaciona con el espacio o como se apropia de él, sin desconocer el formato que le da origen.

Sería como experimentar en la hibridación.

4) ¿Qué importancia le das al oficio y a la factura?

Sin oficio, yo no podría desarrollarme en lo que hago sintiendo la conformidad del objeto logrado o al menos, resuelto acorde con mis expectativas.

En lo que a mí respecta, la impronta personal, es un proceso ,una búsqueda en donde intento encontrarme, mientras me encuentro con la obra. Me genera interés poder dejar algo propio en la obra quizá como un acto de identificación.