El filme sobre el alien perdido en la Tierra vuelve a ser editado tal como se estrenó en 1982. Para algunos son sólo detalles. Pero para los fanáticos de películas tan populares como Star Wars y E.T., cualquier cambio en los filmes que los hicieron soñar es un pecado mortal.
George Lucas y Steven Spielberg se dieron cuenta de eso de la manera difícil. El primero desató la ira de los seguidores de Star Wars al estrenar el año pasado una versión en Blu-ray de la saga completa con demasiados cambios: alteración de sonidos, exceso de animación digital y cambios clave en escenas. Los fanáticos más duros aún no se lo perdonan.
Antes, Spielberg había tenido una idea similar con su famosa película del niño que se hace amigo de un alien extraviado en la Tierra. En 2002, celebró los 20 años del estreno de E.T., El extraterrestre, con una versión restaurada que traía varias diferencias con el original de 1982. La más notable ocurría en el clímax de la película: mientras llegaban los oficiales de gobierno a buscar al alienígena, E.T. y el niño Elliott escapaban volando sobre una bicicleta. En 1982, los oficiales llegaban con armas en mano, pero en 2002 esas pistolas fueron reemplazadas por walkie-talkies. El cambio, según reclamaron los fans, cambiaba todo el sentido de la escena: la amistad ya no vencía a la violencia. Y más que eso, simplemente ya no era la misma película que rompió los récords de audiencia a principios de los 80.
Un problema que hoy Spielberg intenta enmendar. La nueva edición es una remasterización digital de la película de 35 milímetros, sin todas las modificaciones de 2002. Así, regresa el títere original que dio vida a E.T., que había sido reemplazado por una animación digital CGI. Es cierto que la marioneta tiene menos gesticulación y es algo tiesa: pero es el personaje del que todos se enamoraron.
Spielberg reconoce el tropiezo. “Me di cuenta que lo que había hecho era robarle las memorias de E.T. a la gente que amaba la película”, dijo en la exhibición de una nueva copia digital de Indiana Jones: En busca del arca perdida. “Ahora me arrepiento. No fue tanto por la ira de los fans, sino simplemente porque me decepcioné a mí mismo. Estaba muy sensible a las críticas que algunos grupos de padres le hicieron a E.T. cuando se estrenó en 1982”.
Las críticas también atacaron ciertos diálogos, que fueron alterados en 2002 por ser supuestamente ofensivos para niños. Ocurrió con una escena en donde Elliott llamaba a su hermano “penis breath” (hálito de pene). También en otro momento, en que la madre de Elliott le dice que no puede salir “vestido como terrorista”. Aquí el diálogo fue reemplazado por “vestido como hippie”, lo que motivó las protestas de la guionista de la película, Melissa Mathison: “Eso no tiene sentido. La mamá es hippie, por amor de Dios”.
Nuevo lanzamiento
Todos esos reclamos fueron tomados en cuenta para la nueva edición aniversario, que saldrá a la venta en octubre de este año.
De todas formas, esta versión incluye algunas escenas más y un sonido mejorado a 7.1 surround. En su versión más lujosa, que en Amazon.com se anuncia a unos 13 mil pesos, la película estará en múltiples formatos: Blu-ray, DVD y una copia digital para ver en el computador. Y para los curiosos, incluirá tanto la versión original restaurada como la vapuleada reedición de 2002.
E.T. fue el mayor éxito de taquilla en el mundo en 1982. Protagonizada por Drew Barrymore, Henry Thomas y Dee Wallace, recibió cuatro Oscar (sonido, efectos de sonido, efectos visuales y banda sonora de John Williams).
El nuevo lanzamiento de E.T. es el último gran anuncio de una serie de reediciones que el director estadounidense está haciendo de sus primeros grandes éxitos.Ya ocurrió con Encuentros cercanos del Tercer Tipo, Los Goonies y Tiburón, anunciados para este mismo año. Todos fueron editados en Blu-ray, a estas alturas el formato fetiche de los fanáticos coleccionistas, debido a la posibilidad de ver los clásicos de siempre en una imagen en alta definición. Es quizá el público más difícil, tan experto que no deja pasar errores sin armar un escándalo.
