Otro juicio para la Toldina

Murió decapitada hace 300 años y su cuerpo fue quemado en el parque de Brentonico, pueblo de 4.000 habitantes de la provincia de Trento. Ahora el alcalde pretende rehabilitarla con un nuevo proceso.

En 1716 María Bertoletti Toldini -conocida como Toldina entre sus vecinos- fue condenada y ajusticiada. Sendas acusaciones de brujería e infanticidio la condujeron a la muerte por decapitación en el pequeño pueblo italiano de Brentonico, en la provincia de Trento. El suyo fue uno de los últimos procesos laicos de ese tipo ocurridos en la zona. Ahora, casi 300 años después, esa misma localidad, por mediación de su consejo local, ha reabierto el caso con el objetivo de aportar luz y justicia, huyendo esta vez de cualquier tipo de fanatismo.

A la cabeza de esta iniciativa, que persigue celebrar un nuevo juicio tomando como base la legislación de la época, se encuentra el concejal local de cultura Quinto Canali, que ha investigado el caso personalmente volviendo a los archivos originales. Para él no hay duda: La mujer, que tenía 60 años cuando fue juzgada, habría sido víctima de una fatal injusticia. “Fue un asesinato sin justificación que nunca debió haber ocurrido”, señala Canali. “Acabaron con la vida de una persona por motivos que sencillamente no existieron. María era inocente.” La misma opinión comparte el alcalde de Brentonico, Christian Perenzoni.

En aquel tiempo, y según los historiadores locales, su condición de viuda sin hijos fomentó las habladurías y convirtió a la mujer en una presa fácil, siendo su boda en segundas nupcias la gota que colmó el vaso de cara a la opinión pública. El historiador Carlo Andrea Postinger, que también ha estudiado documentos de la época, sostiene que probablemente fue señalada por miembros de su propia familia, debido a alguna discusión en torno a una herencia.

Sea como fuere, Bertoletti fue arrestada en agosto de 1715. Las autoridades la acusaron -sin pruebas- de adulterio, sodomía, blasfemia y herejía. Se dijo que había sido responsable de convertir campos fértiles en tierra yerma mediante el uso de la brujería. Pero además se la señaló como culpable de los terribles asesinatos de varios niños. La justicia fue rápida e implacable. El 14 de marzo de 1716 María fue decapitada y posteriormente quemada en el mismo lugar donde hoy se levanta el idílico parque público de Brentonico.

Una suerte similar corrieron, entre finales del siglo XV y principios del XVIII, cerca de 60.000 personas en Europa. La mayoría de ellas, al igual que María, fueron mujeres acusadas de practicar artes brujeriles y torturadas hasta la muerte.

En el caso de la viuda italiana está por ver lo que depara el nuevo juicio que se está preparando. El alcalde Perenzoni, que ha tenido que sofocar algunas críticas locales en torno al asunto, cree que su celebración no servirá para devolver la vida a la mujer, pero sí tendrá un importante valor simbólico. “Hay una injusticia histórica respecto a las mujeres. Hasta en las tragedias griegas siempre tenían que enfrentarse a las injusticias, al igual que sigue ocurriendo ahora, aunque de otra manera”.