Luego de una gira mundial, los bailarines de tango neuquinos Romina Godoy y Milton Homann llegan mañana al salón Neuquén para Neuquén con su espectáculo “Perfume de tango”. RADICADOS EN SEVILLA desde HACE 18 AÑOS, ESTARÁN ACOMPAÑADOS POR LA CANTANTE Mariel Martínez.
Por los años 80 Romina y Milton eran niños, vivían en Neuquén y bailaban. Ella estudiaba danzas clásicas; él, folklore. La adolescencia los encontró en el grupo folklórico Melipán. “Bailamos en todas las peñas, en las veredas, zapateamos en la tierra de las calles del interior neuquino”, dice Milton y recuerda aquellos días, en los que las peñas, el aroma a empanadas y el sonido de chamamé conformaban la atmósfera de sus vidas. A los 19 años una beca los llevó a Buenos Aires para perfeccionarse en tango, y de ahí al mundo. Se fueron a vivir a España y recorrieron Europa, África y Asia con la danza. Hoy tienen 40 años, dos hijos, ayudan en causas humanitarias y siguen bailando.
Después de cinco años, Milton Homann y Romina Godoy llegaron a Argentina. Invitados por el gobierno de la Nación hicieron dos presentaciones en el Teatro San Martín de Buenos Aires. El tango los invitó a volver y después de diez años de no actuar en la ciudad, pensaron que era una buena oportunidad para mostrar a su gente, lo que hacen por el mundo. Porque, como sostiene Milton, “a cada sitio que vamos somos argentinos, pero antes que nada neuquinos”. Se presentarán con “Perfume de tango”, mañana a las 21 horas, en el salón Neuquén para Neuquén (Linares 1521), junto a Mariel Martínez en voz y los músicos de La Porteña Tango Trío. La entrada tendrá un valor de $30, destinados a la fundación neuquina Crecer en Comunidad, que se dedica a cuidar niños discapacitados.
“Venimos con un espectáculo al Teatro San Martín, donde estuvimos dos días. Los dos quisimos hacer una extensión, aprovechando que estamos tan cerca. Tenemos toda la familia y los amigos acá, por eso pensamos hacer algo especial. Nos contactamos con la gente del Concejo Deliberante e Hilda López de radio LU5 y nos propusieron venir a festejar el día de la danza. Hablé con los músicos para ver si les copaba la idea y se sumaron, es más que nada para mostrar lo que estamos haciendo y para colaborar”, explicó Milton.
Los bailarines actualmente viven en Sevilla. Desde allí, realizan giras por toda Europa recuperando el antiguo espíritu del tango. Mientras Mariel Martínez canta, ellos bailan por el placer de representar esa música germinada hace más de un siglo en los arrabales porteños: “Estamos haciendo muchas cosas afuera. Actualmente, lo último que hicimos es una gira por Rusia, fuimos de punta a punta con el espectáculo, estuvimos también en Portugal, y ahora a fines de julio nos vamos para Italia. Está funcionando, están saliendo cosas y está teniendo éxito”, cuenta Milton (ver aparte).
Aparte del espectáculo, la pareja va a realizar una clínica de danza que se llevará a cabo en el Concejo Deliberante, el domingo de 17 a 19. La propuesta se presenta como “una reunión con profesores, bailarines, y gente interesada en intercambiar conocimientos sobre el tango y el folklore, que son las disciplinas que manejamos nosotros”.
Las pistas bailadas
“Siempre nos hemos dedicado al folklore”, determina Milton con seguridad en la voz, y comienza a resumir sus curriculums: “Empecé con el grupo Melipal hace algunos años: hacíamos bombos, boleadoras, fuimos a competir a algunos certámenes a nivel nacional. Romina venía de la danza clásica desde que era chica, después se metió en un grupo de folklore. Nos conocimos bailando folklore. Acá bailamos en todas las peñas, en el interior, en la tierra, en las veredas, en todas partes, y si lo tenemos que hacer de nuevo lo hacemos, porque bailar es lo que nos gusta. Lo importante es ser fieles a los principios, enarbolando los inicios. Recordamos siempre a nuestros primeros profesores que nos entregaron lo mejor y con cariño. Por eso estaremos siempre agradecidos”.
Con 19 años se acercaron al tango y empezaron a profesionalizar toda esa parte en Buenos Aires. Romina estudiaba en la Escuela Nacional de Danza, Milton estaba en la Universidad del Tango y ambos tenían una beca en la Escuela Privada de los Dinzel. “Quiero destacar el apoyo del gobierno del Neuquén, yo era empleado público, me dieron la posibilidad de adquirir conocimiento. Con 21 o 22 años nos fuimos para España y allá a lo largo de todos estos años hemos hecho muchas cosas, pero lo más destacado, aparte de haber recorrido infinidades de sitios de haber estado en China, Canadá y toda Europa, una de las cosas que más nos hace disfrutar de nuestro trabajo es nuestro viaje a África”, dice Milton.
Romina y Milton pronto deben volver a España. Allí los esperan sus hijos, Milton de 17 y Ailín de 11. Su padre dice que ambos tenían ganas de venir, pero la escuela y los etcéteras hicieron lo imposible. No saben si algún día volverán a vivir a Argentina, pero si de algo están seguros, es de que seguirán bailando. Porque como relató Milton: “La danza nos hace ser sinceros. Todo lo que hacemos, lo hacemos porque lo sentimos, y al sentirlo es verdad: estamos otorgando verdad al público. Nos representa en el mundo y nos hace muy felices, más allá de lo económico, más allá de todo, estamos convencidos que nuestra vida es esta, la de viajar y bailar”.
FUENTE: diario La Mañana Neuquén
