“Chivito western”

Un western entre gauchos y tierras patagónicas. “Érase una vez en la Patagonia” es la miniserie de ficción filmada en el norte neuquino, que se verá desde el viernes 21 en Canal 10. En la avant premiere que se realizó en el Cine Teatro Español se conocieron detalles de la producción y se vieron dos capítulos.

Por MARÍA PIA MENDIBERRI
pmendi@rionegro.com.ar

Diario Río Negro

La miniserie de ficción “Érase una vez en la Patagonia” se presentó en sociedad anteayer durante la avant première que se realizó en el Cine Teatro Español. Allí estuvieron presentes casi todos los integrantes del elenco y equipo técnico encargados de realizar la producción que desde el viernes 21 de este mes se verá en la pantalla de Canal 10, a la medianoche.

Se trata de una serie de ocho capítulos de media hora rodada en Tricao Malal, Chos Malal, Las Ovejas y las lagunas del Epulafquen por un grupo de estudiantes y profesores del Instituto Universitario Patagónico de Arte (IUPA) y financiada con el premio del concurso “Series Federales – Región Patagonia” del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).

En medio del hall del cine lleno de gente, Maximiliano Anriquez, el director y uno de los creadores de la serie, le contó a “Río Negro” que “es una historia completamente inventada, no tiene nada que ver con la realidad. Tomamos muchos elementos como los gauchos, el mito del tesoro Pincheira y los lugares en los que se grabó son en la Patagonia, pero la historia es un cuento que inventamos”.

Y siguió: “Cuenta las aventuras y desventuras de un grupo de pilquineros que se ve forzado a transformarse en bandoleros para poder sobrevivir e ir tras el mito del tesoro que supuestamente los salvaría, pero terminan descubriendo que el tesoro es algo más valioso que el oro mismo. Además son acechados por el comisario ambicioso que llega al lugar para hacerse de ese botín”.

Además, el director contó que la idea surgió “en un viaje al norte neuquino. Viendo los paisajes que hay allá no podía creer que no haya algo de ficción hecho ahí”.

Y agregó: “Nos inspiramos en muchas películas western que vimos y de las que tomamos muchos elementos y después fue un poco de creatividad, de terminar de desarrollar el cuento que queríamos contar”.

El producto final es un clásico spaghetti western pero con un sabor bien patagónico -un “chivito western”, bromean los miembros del elenco- que goza de una puesta en escena, un guión y música que nada tiene para envidiarle a cualquier otra cinta del género.

Todo eso combinado con la calidad HD en la que fue filmada la hacen factible de proyectarse en la pantalla de Canal 10 como en muchas 0 otras.

Con un trabajo de fotografía de alto nivel (en parte gracias a los imponentes paisajes elegidos) y con una música que mezcla instrumentos mapuches y música electrónica con detalles muy propios de Ennio Morricone, “Érase una vez…” alcanza los estándares pretendidos para cualquier megaproducción de televisión.

Y, el ingrediente más valioso de todo esto es que está realizada por un puñado de jóvenes que aún se encuentran en formación. “El equipo está compuesto en el 90% por chicos que era su primera vez haciendo un proyecto de tal magnitud y estamos acompañados en las cabezas de equipo por gente con experiencia en largometrajes”, explicó al respecto Anriquez.

El punto más flaco, tal vez, es la forma de hablar y los acentos que tienen algunos de los personajes. La serie se sitúa temporalmente hace 100 años atrás y tal como explicó el director era imposible emular el dialecto que se empleaba en la zona en aquella época. Fue por eso que el equipo tomó la decisión de que los personajes se comunicaran en un dialecto neutro que permitiera un punto intermedio entre lo que sería la forma de hablar autóctona de la época y la de la actualidad.