Vamos a bajarle un poco el dramatismo a este tema del cautiverio, para ofrecerles hoy la historia de Ann, la cautiva -creo yo- más famosa desde 1933, cuando se estrenó la película King Kong.
Esto de que un monstruo se enamora de una bella es un tema bastante conocido. Pero quizá el unico en el cual el raptor termina raptado y la bella -que es la cautiva- lucha y lo defiende de sus exterminadores (¿Síndrome de Estocolmo?).
King Kong es el nombre de un gigantesco gorila que habita en la isla Calavera, y que ha sido el protagonista de varias películas, además de haber aparecido en otros medios, como series de televisión, libros, videojuegos o cómics, habiéndose convertido por ello en uno de los iconos de la cultura popular moderna.
King Kong es una película de aventuras de 1933 dirigida por los estadounidenses Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack y protagonizada por Fay Wray, Robert Armstrong y Bruce Cabot.
Trata sobre el hallazgo de Kong, un gorila gigante, en una isla prehistórica perdida y sobre cómo fue capturado y llevado a la civilización contra su voluntad.
Al llegar a tierra, Denham se encuentra con una niña nativa de la isla, pero ésta es muy hostil y Denham no cesa de provocarla, de repente, los nativos comienzan a atacar al equipo y a punto están de matar a Denham y a Driscoll (enamorado de Ann). Todos deciden regresar al barco y se disponen para marcharse, pero Driscoll descubre que Ann no está en el barco y que ha sido apresada por los nativos. Así que varios tripulantes del Venture se internan en la isla para rescatar a Ann.
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