Desde hace tres meses más de cincuenta chicos judicializados alojados temporalmente en hogares de tránsito de esta ciudad toman clases y además aprenden a tocar un instrumento.
Los niños judicializados que residen temporalmente en hogares cuentan desde hace unos meses con el programa “Vamos con la música” donde no sólo se les imparten clases sino también se les brinda la posibilidad de tocar un instrumento musical.
El director de la Banda Infanto Juvenil, Pablo Sobrino comentó que este programa, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, es el primero que se hace en la Argentina, «y consiste en generar un organismo musical a modo de banda sinfónica de vientos, exclusivamente para niños alojados en los distintos hogares”.
Cincuenta de los 92 niños y adolescentes alojados en ocho hogares ya están recibiendo clases de música.
Los chicos del Hogar Yampai, ubicado sobre la calle Independencia, se mostraron entusiastas con los instrumentos de viento del que trataban de sacar alguna nota musical. “Hace poco que empecé, es algo difícil”, comentó una niña de 10 años.
Se les provee de instrumentos necesarios para armar la base instrumental del conjunto y profesores especializados les brindan clases semanalmente. Flauta traversa, clarinete, saxofón, trompetas, trombones, barítonos e instrumentos de percusión están a disposición de los menores.
“No es un acercamiento a la música sino que ellos aprenden a leer música y tocan a medida de la interpretación de las obras niveladas para ellos”, explicó Sobrino.
Los niños de 6 años en adelante tienen clases de lenguaje musical, lectura y escritura de la música y la técnica del instrumento. El director comentó que una vez que superen el primer nivel de enseñanza está proyectado realizar ensayos en conjunto.
El programa comenzó a funcionar hace tres meses en los hogares Amancay, Ayelén, Malén, Admisión, Yampai, y próximamente se extenderá a Nuestra Señora de la Misericordia, Conviviendo y Convivencia.
Desde el programa se pretende que los pequeños tengan la oportunidad de probar los diferentes tipos de instrumentos para que puedan elegir con cuál de ellos profundizarán sus saberes.
Alfredo Rodríguez, ministro de Desarrollo Social, explicó que en principio estaba pensado para los chicos que están en los hogares, donde la mayoría son niños judicializados, pero luego decidieron incluir a aquellos que logran continuar con su vida para que puedan participar de los ensayos junto a los otros.
“El sueño es formar un conjunto para que tengan la posibilidad de tocar frente al público y mostrarle a la sociedad que si estos chicos, a pesar de la situación que les toca vivir, pueden desarrollarse en un fenómeno artístico de alta complejidad como es una orquesta por qué el resto de los jóvenes no puede hacerlo”, reflexionó Sobrino.
FUENTE: La Mañana Neuquén
